Edge of the Abyss

PRÓLOGO
Las rocas pulidas que conformaban la carretera que atravesaba las montañas Dientes de Dragon, vibraban bajo el peso de miles de botas de hierro enanas. Una evocadora canción de guerra brotaba de las profundas gargantas de los guerreros y reverberaba en las paredes de los altosy nevados riscos.
Aradun Burdinbizar hinchó orgulloso su ancho pecho, alentado por las heroicas estrofas que entonaban sus hermanos. Hacia apenas 60 años que había sido elegido en asamblea para liderar a su clan, por lo que nunca había saboreado las mieles de la victoria, como general de un ejército del clan Blauberg.
Después de que el aborrecible Thron Tuerceflechas, caudillo de la mayor horda goblin que había osado atravesar los picos Dientes de Dragón, arrasase el pequeño puesto fronterizo que su clan mantenía al norte de las montañas, el joven Aradur hubo de tomar la difícil decisión de mantener a su pueblo seguro tras las recias murallas de su fortaleza, o de alistar un ejército y vengar a sus hermanos caídos. Finalmente, presionado por la casi totalidad de la Asamblea, no pudo hacer otra cosa que jurar sobre la memoria de los ancestros del clan, que vengaría el agravio cometido sobre su pueblo.
Por suerte, la batalla había acabado en victoria para los enanos y habían conseguido que la diezmada tropa del caudillo goblin huyese en dirección este. Hacia allí también se dirigía ahora el ejército del clan Blauberg, en busca de sus enemigos, con el único fin de aniquilarlos completamente. Sus exploradores le habían informado que los goblins se habían adentrado en la espesura del bosque de Galahir.
Si aquellas criaturas creían que la frondosidad del bosque les salvaría, estaban muy equivocados. Las hachas del clan Blauberg habían sido descolgadas de las paredes de los salones subterráneos y no volverían a descansar en sus soportes hasta que el último de esos engendros regase la tierra con su sangre.